Entre 1780 y 1789, la monarquia francesa aunmentó loa impuestos a los trabajadores para pagar las deudas contraídas por los enormes gastos de la Corte y por su participación en la guerra de independencia de las Trece Colonias de Norteamérica.
El cobro de impuestos coincidió con una crisi agrícola debida a las malas cosechas, a los elevados precios del trigo y el vino, y al aumneto de la población. La situación económica fue tan dramática que la burguesía y las clases populares no encontraron otra alternativa que emprender la lucha armada para cambiar el estado de cosas en Francia.
El hecho histórico que dio inicio a la Revolución Francesa fue la demanda de la mayor democracia por parte de los representantes del Tercer estado. Según la piramide estamental de la época del "antiguo regimen" y de acuerdo con Emmanuel Siejés, un revolucionario francés, el Tercer estado era todo el pueblo francés, exceptuando al rey, a la aristocracia y a la alta nobleza, que formaban el Primer estado, y al alto clero que formaba el SEgundo estado.
Los representantes del Tercer estado eran un grupo de nobles menores y burgueses liberales. El 5 de mayo de 1789, durante la reunión de los Estados Generales convocada por el rey Luis XVI para solucionar la crisis por la que atravesaban sus finanzas, estos representantes pidieron que las votaciones no fueran por estamentos sino que el voto fuera nominal, es decir, por persona.
La monarquia no aceptó modificar la forma de votación por que el primero y segundo estados quedarían en desventaja numérica, frente a lo cual los 600 representantes del tercer estado se constituyeron en Asamblea Nacional, es decir, en una reunión permanente cuyo objetivo sería redactar una constitución.
El 4 de julio de 1789, ante el temor de que las fuerzas reales atacaran a los representantes de la Asamble Nacional, una multitud furiosa asaltó la fortaleza de la Bastilla, la cárcel parisina que era un símbolo del antiguo régimen.
Desde París la revolución se extendio al campo. Los campesinos invadieron los castillos de los señores feudales y quemaron los "cuadernos de quejas" donde se anotaban las deudas. Pronto, en distintas localidades de territorio francés se organizaron milicias, es decir, grupos voluntarios armados.
ESPERO QUE YA TENGAN PRESENTE QUE ESTOS SUCESOS HISTORICOS ESTAN RELACIONADOS.
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